Villahermosa celebra este fin de semana la tradicional quema de su Falla Manchega, una fiesta única en Castilla- La Mancha

El Ayuntamiento trabaja junto a la Hermandad San José Artesano para conseguir la Declaración de Interés Turístico Regional de una tradición única que se remonta casi medio siglo atrás y envuelve al pueblo en un ambiente completamente fallero y festivo

El municipio de Villahermosa (Ciudad Real) celebra este fin de semana su peculiar “Falla Manchega”, con motivo de la festividad de San José, una fiesta única y singular en la región que se viene realizando desde hace 50 años, y que busca conseguir la declaración de “Fiesta de Interés Turístico Regional”.

Pese a estar a casi 300 kilómetros de Valencia, esta localidad del Campo de Montiel vive cada año con intensidad y en un ambiente completamente festivo, al más puro estilo fallero y ataviados con la indumentaria manchega, esta fiesta que organiza desde sus comienzos en 1974 la Hermandad de San José Artesano.

Al son de la música de la Banda y los cantos tradiciones de esta fiesta en Villahermosa, se vive cada año el espectáculo pirotécnico que lleva al cielo villahermoseño una preciosa gama de colores y formas. Una vez pasado el mágico estruendo, la falla, hecha de madera, cartón y mucha ilusión, comienza a arder dejando un olor a pólvora único en el territorio.

En esta ocasión, la falla que ha realizado la Hermandad, presidida por José Fernández Serrano, es un monumento a las 50 fallas que se han realizado a lo largo de su historia, con temáticas diferentes, tanto de crítica como de homenaje, siendo además la más alta de las realizadas hasta la fecha. Así, en la parte superior, se puede ver un número “50”, para simbolizar ese aniversario y cada una de ellas tiene una caricatura donde se muestra la falla anual a la que representa.

Por primera vez, Villahermosa cuenta este año con dos monumentos falleros, ya que además de la tradicional falla de la Hermandad de San José, cuya ‘plantá’ se realizó el miércoles por la noche; el CEIP San Agustín ha querido sumarse con una segunda falla realizada por todos los niños y niñas del colegio, y cuyo montaje se realizó por cada una de las clases este jueves en la Plaza de España.

Los festejos en honor a San José tendrán lugar este sábado, 16 de marzo. Comenzarán a las 10:30 horas con el pasacalles para recoger a las tres nuevas falleras manchegas de este 2024 y seguidamente se hará el cambio de bandas con las del año pasado en la plaza. A las 12:30 horas se celebrará la Santa Misa y, al finalizar, se invitará al tradicional refresco por parte de la Hermandad.

Por la tarde, en la misma Plaza se realizará la ofrenda floral previa a la procesión del Santo, a las 17:30 horas; y no será hasta las 22 horas cuando se pueda disfrutar de la ‘cremà’ de la Auténtica Falla Manchega y de la falla escolar. Como colofón, habrá fiesta fallera en el Salón de los Romanos a partir de las 00:30 horas.

Historia de la Falla villahermoseña

La primera falla, que se remonta al año 1974, representaba un avión en vuelo con un secuestrador que armado en carabina apuntaba al piloto. En el ala izquierda había un anciano que parecía arrojarse al vacío sin paracaídas, posiblemente una idea fruto de la oleada de secuestros que se estaban dando en España en esa época. “La gente interpretó la falla de mil maneras y eso fue lo bonito y lo que hizo de ello algo singular”, explican desde la Hermandad.

La elaboración de la escultura transcurre desde comienzos de año. Las primeras fallas se hacían en el taller del carpintero y desde hace años ya en el almacén del Ayuntamiento, donde se comienzan a medir las diversas partes que darán forma a la falla, partiendo de un boceto elaborado con anterioridad, para pasar después al montaje de las grandes piezas, dándose color y forma a la Falla Manchega. Una vez llegado el mes de marzo se rematan los pequeños detalles, “lo fino”, aquellas cosas que dan sentido y colorido, crítica u homenaje a la Falla y de ahí a la plaza para plantar el resultado final. La ‘plantá’ se realiza en la semana de las Fiestas de San José, para proceder a su quema alrededor de la noche del 19 de marzo como marca la tradición.